El poco tiempo que me tocó compartir con Liber Forti, fue una experiencia incomparable. Me llené de muchos aprendizajes para mi vida. Saqué de sus palabras anécdotas para imaginar nuevos matices de la vida, la cultura, el teatro y la historia. De esos recuerdos dibujados con ternura, salen formas, colores, personajes y situaciones dan sentido a la existencia.
El primer acercamiento a la personalidad de Liber, me la dio Humberto Mansilla, director del Festival Internacional de Cine de los Derechos Humanos. Me contó del Conjunto Teatral Nuevos Horizontes y sus presentaciones en los distritos mineros; que Liber fue Asesor Cultural de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) –años después cumplió similar función en la Central Obrera Boliviana (COB)–; que promovió la instalación y funcionamiento de las radios mineras y materializó el Primer Taller de Cine Minero compuesto por quince jóvenes hijos de mineros, entre otros temas.
Con esta breve semblanza, el año 2013 conozco a Liber, no tengo la fecha precisa, con Humberto, visitamos su departamento en Cochabamba (América esquina Santa Cruz E-405). Cruzamos la puerta, ahí estaba delante de nosotros su figura imponente. Saludos, abrazos, sonrisas, muestra de afecto, palabras llanas envolvieron el lugar y el ambiente se tornó acogedor. En la casa, también estaba Nuria Álvarez que discretamente nos dejó.
Humberto habla del aporte que hace Nuevos Horizontes al teatro nacional. Los datos narrados por Liber son precisos. Saqué mi libreta de apuntes con disimulo; tenía unas cuantas preguntas preparadas, al final no sirvieron de nada. En una admirable espontaneidad, Liber hizo un recorrido prolijo por diferentes eventos nacionales e internacionales, de la cultura, el teatro, la política, en fin; con exactitud describía personajes, situaciones, diálogos y, con naturalidad relacionaba la vida con la libertad, el amor, la felicidad y la fraternidad.
Ese día, marca en mí el inicio de una búsqueda por conocer más sobre Liber. Comienzo contactando con Aníbal “Pariente” Castañón y Lupe Cajías; desde sus vivencias aportan nuevos datos y nombres de dirigentes mineros, amigos personales y de algunos anarquistas. Busco amigos relacionados al teatro; converso con Iván Nogales (Teatro Trono), Justo Vizcarra (Teatro Victoria) y Morita Ibáñez (actriz de Nuevos Horizontes). Me sumerjo en las páginas de la Revista Teatro, del Boletín Informativo de Nuevos Horizontes, de los documentos de las Conferencias Culturales de la FSTMB y algunas obras de Rafael Barret.
Los datos, personajes, situaciones se multiplican desmesuradamente. Con la información recabada, comienzo a trazar mapas situacionales, esquemas relacionales de nombres, geolocalizaciones de los lugares en los que pudo estar, secuencias temporales, organicé mapas de conceptos para tener una idea del pensamiento de Liber. A pesar de éste esfuerzo, mi mirada es insuficiente frente los desbordantes relatos a los que estuve expuesto.
Con relativa frecuencia, viajo a Cochabamba para visitarlo. Cada encuentro es un nuevo horizonte que abre múltiples facetas donde indagar. Sus palabras están embebidas de conocimiento y sabiduría. La intensidad de su vida tuvo un horizonte: la libertad, libertad de amar, de ser feliz, de hacer felices a los otros, de pensar sin ataduras, de soñar, de hacer teatro, en fin, la libertad de ser libre.
Esta clave libertaria de la vida de Liber, tal vez se sintetice en un fragmento de la obra La zorra y las uvas, del brasileño Gilherme Figueiredo, donde Esopo le dice a Cleia “… Figúrate, que tuviésemos un oído tan depurado, que al pronunciar una palabra … –amor–, pudiésemos saborear todos los sones que la entretejen, los sones ignorados, los sones que desperdiciamos con nuestros oídos torpes y duros. ¡Ah …! Ser libre es oír la voz de la libertad, que canta con todos los sones”.
En ese hermoso camino de descubrir a seres libres, conozco a Gisela Derpic, mujer determinada, firme, que ama la vida con intensidad. Gisela estaba escribiendo, junto a Liber, el libro En libertad, charlas con aquel que está aquí, un libro póstumo escrito a dos voces con esclarecedores diálogos llenos de frescura. Gisela acompaña a Liber hasta la última madrugada en la que se despiden con un abrazo sereno lleno de inmenso amor y con la promesa de volver a encontrarse.
Después del libro de Gisela, me pregunto ¿Se podrá escribir más sobre él? ¿Cómo deberían estar contadas esas historias? ¿Cómo organizar un ideario de su vida? ¿Todo ya está dicho sobre Liber? Lo cierto, aún falta mucho por conocer de la vida de Liber. Se debe intentar escribir, lo no dicho de su vida, de manera colectiva, polifónicamente: con muchas voces, recuerdos, imágenes, historias. El universo de vida de Liber merece tener un universo narrativo contado por quienes bien lo quieren.
Es el propósito de este blog, y del Documental Web Libertario, narrar la vida de Liber con una multiplicidad de estilos, nuevas referencias situacionales, datos de localizaciones, precisión de fechas, nombres de personas que lo acompañaron en momentos precisos. Para ello, se tienen muchas plataformas digitales que tienen la capacidad de recibir todo lo que se pueda aportar sobre Liber. Sin duda, será de gran utilidad para las futuras generaciones. Libertario es una convocatoria para que las manos escriban, las voces digan, la memoria recupere lo que tiene y quiera compartir. En esta polifonía de voces se escucharànn las voces de los seres libres que cantan los sones de la libertad.
La invitación está hecha.
La Paz, Bolivia, 8 de octubre de 2017