Veamos. La llama de la vida que en nosotros encendió la decisión, "allá lejos y hace tiempo", de crear un elemento comunicativo, como una revista, destinada a la promoción, fomento y desarrollo del teatro en Bolivia, para soñar con la esperanza que se afirme la función de una gran familia teatral en el país, que nos haga soñar en que ésta llegue a vitalizarse con el ejercicio pleno de la fraternidad humana, llevada al pueblo con esa "devolución de la ternura que hace el arte teatral", para ayudarlo en la búsqueda de su destino.
Es a esa llama íntima de un equipo designado para una tarca por NH, que le ocurre su mengua cuando las horas de confusión inevitable, por la suma negativa en desazones y obstáculos -que no soñábamos apareciese- generadores de la sensación de estar trabajando en el vacío... y es cuando se nos presentan varías y diversas circunstancias.