El logro conseguido con la realización de la Tercera Conferencia, cuyos alcances pueden percibirse en el nivel de las Resoluciones, es prueba evidente de que aún en los momentos críticos por los que pasa el proletario minero, con un desmedido aumento en el costo de la vida, un cruel desajuste salarial, carencia de una acertada política minera y administrativa, y otros problemas aguados, los trabajadores saben lo que en impulso y acciones han de proponerse y han de darle a la actividad cultural, que gestionándolos en el plano de sus relaciones, les permita sentirse animados y solidarios en la dura brega por el porvenir de Liberación, que es faro de nuestra organización.