El teatro no solo es la expresión de un pueblo y de una nación, sino el testimonio más verdadero y viviente de una civilización .Constituye en el universo el único intercambio libre, el de los sentimientos e ideas. Por sus virtudes y excelencias, el teatro se ha revelado y afirmado como un lazo espiritual incomparable. La vida y el arte del teatro utilizan y crean reacciones de sensibilidad, relaciones de afecto y amistad: esos son actos esenciales. Transmitidos de una época a otra, transferidos de una región o de una nación a otra, esos actos crean a su vez una comunidad, una identidad espiritual.